De Soñar a Vivir: Agradeciendo lo que Tengo Hoy

Brisbane Australia

Hoy me he dado cuenta de algo de lo que no me había percatado antes. Cuando tenía 17 o 18 años, vivía con la beca deportiva que me daba el gobierno. Sin embargo, nunca era suficiente y, en algunas ocasiones, esta no llegaba por más de tres meses. Como deportista, se me enseñó a no quejarme, ya que hacía lo que amaba, no por el dinero. Hoy, al mirar atrás, me parece algo terrible. Tenía solo 18 años y vivía en el internado deportivo. Pero, ¿qué pasaba con mis compañeras que tenían que pagar renta y otros gastos después del entrenamiento? Supongo que a sus 26 o 27 años, sus padres aún les enviaban dinero. No lo veo mal, al contrario, creo que siento un poco de envidia, ya que mis padres dejaron de enviarme dinero desde que salí de casa a los 15 años. Supongo que querían tenerme "controlada". Nunca lo sabremos...

En esa época, soñaba con tener mi propia casa. Fantaseaba con tener algo mío: cómo decoraría la sala, cómo organizaría la comida en el refrigerador, cómo invitaría a mis amigos a cenar. Lo más importante, soñaba con un espacio propio donde sentirme plena y libre. También soñaba con ganar mi propio dinero, salir a comer a un restaurante sin preocuparme por los precios, y comprar ropa sin mirar las etiquetas.

Hoy me levanté a las 6 a.m. porque mi novio, Maximiliano, trabaja de cocinero temprano y le ayudé a preparar el desayuno. Mientras abría el refrigerador, recordé a esa joven Amaya que soñaba con todo lo que ahora tiene.

Por azares del destino, aquí estoy, casi 11 años después, en Australia. Rentando un departamento en el centro con una hermosa vista, visitando el supermercado cada semana para comprar comida, intentando que sea lo más saludable posible, y regresando a casa para acomodarla en este refrigerador de dos puertas. Me doy cuenta de que, a veces, para que lleguen cosas buenas a tu vida, tienes que soltar otras.

Ahora veo a esa Amaya del pasado con amor, pero también me doy cuenta de que es momento de disfrutar lo que tengo ahora y no pensar más en el pasado. La vida es para vivirla en el presente, y hoy tengo mucho por lo que estar agradecida.

Consejos para Agradecer el Presente

• Lleva un diario de gratitud: Cada día, escribe tres cosas por las que estés agradecida. Pueden ser cosas pequeñas, como una taza de café caliente, o más grandes, como la salud y el amor de tus seres queridos.

• Reflexiona al final del día: Antes de dormir, piensa en los momentos positivos que ocurrieron durante el día y agradece por ellos.

• Desconéctate de la tecnología: Dedica tiempo a estar sin dispositivos electrónicos. Esto te ayudará a conectarte más con el presente y a disfrutar de las experiencias sin interrupciones.

• Comunicación abierta: Expresa tu agradecimiento a las personas en tu vida. Un simple "gracias" o una nota de agradecimiento puede fortalecer tus relaciones y crear un ambiente positivo.

Cuida de Ti Mismo

• Autocompasión: Sé amable contigo mismo. Agradece tus esfuerzos y reconoce tus logros, por pequeños que sean.

• Cuidado personal: Dedica tiempo a actividades que te hagan sentir bien y que te ayuden a relajarte y recargar energías.